La función de los barnices es la de proteger y dar un buen acabado al mueble sobre el que los apliquemos. Por eso hay casi tantos tipos de barniz como clases de madera o de muebles puedan existir. Algunos han sido desarrollados para funciones muy concretas y otros son de uso general. Por eso, si tuviéramos que hacer una gran clasificación de barnices, sin duda comenzaríamos distinguiendo entre aquellos de origen natural y los artificiales.
Barnices: tipos y ventajas
Goma Laca
Entre los barnices de origen natural, el rey (especialmente en el ámbito de la restauración de muebles) es la Goma Laca. La resina que se utiliza en su elaboración es segregada por un insecto que habita en el sudeste asiático, mientras que el disolvente suele ser simple alcohol. Su uso viene avalado por unos tres mil años de utilización, que es bastante más de lo que puede atestiguar ningún otro barniz.
Su uso está especialmente aconsejado en muebles de interior y ofrece una buena protección y un acabado muy bonito. La Goma Laca no puede faltar en la estantería de ningún buen restaurador de muebles.
Entre los barnices de origen natural, el rey (especialmente en el ámbito de la restauración de muebles) es la Goma Laca. La resina que se utiliza en su elaboración es segregada por un insecto que habita en el sudeste asiático, mientras que el disolvente suele ser simple alcohol. Su uso viene avalado por unos tres mil años de utilización, que es bastante más de lo que puede atestiguar ningún otro barniz.
Su uso está especialmente aconsejado en muebles de interior y ofrece una buena protección y un acabado muy bonito. La Goma Laca no puede faltar en la estantería de ningún buen restaurador de muebles.
Barniz sintético
Las primeras resinas sintéticas que produjo la industria fueron las resinas alquídicas, por eso, los barnices que incorporan este tipo de resina son conocidos tanto por el nombre genérico de “barniz sintético” como por el de “barniz alquídico”.
Los barnices alquídicos tienen una gran resistencia a los rayos UV y a la humedad, y por eso son muy aconsejables para su uso en muebles de exterior, puertas, ventanas y contraventanas de madera.
Las primeras resinas sintéticas que produjo la industria fueron las resinas alquídicas, por eso, los barnices que incorporan este tipo de resina son conocidos tanto por el nombre genérico de “barniz sintético” como por el de “barniz alquídico”.
Los barnices alquídicos tienen una gran resistencia a los rayos UV y a la humedad, y por eso son muy aconsejables para su uso en muebles de exterior, puertas, ventanas y contraventanas de madera.
Barniz de poliuretano
Las gran ventaja que aporta el poliuretano es la de la resistencia. Los barnices poliuretánicos soportan muy bien la fricción, la abrasión y las manchas, por lo que son muy útiles para su uso en interior sobre superficies que vayan a “sufrir”. Si hablamos de tarimas de madera o tableros de mesa, por ejemplo, el barniz de poliuretano es lo que necesitamos.
Barniz nitrocelulósico
Bajo este rimbombante nombre encontramos un barniz muy delicado que se utiliza sobre piezas de artesanía e instrumentos. Su aspecto y tacto son muy bonitos, pero se trata de un producto delicado que tiende a ablandarse con el calor y que amarillea con la luz solar. Se trata, por tanto, de un producto pensado para productos de interior delicados.
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