Brillo, mate o satinado
Los barnices más comunes se presentan en tres acabados: brillo, mate y satinado. La elección depende del gusto o el efecto que se busque. Los productos brillantes, por ejemplo, dotan de fuerza a los colores, aunque subrayan las imperfecciones. Destacan por su adherencia, durabilidad y máxima protección tanto en superficies de madera natural como teñida. Son aconsejables en mobiliario, siempre que éste no reciba directamente la luz del sol porque merma la resistencia y durabilidad.
Los acabados mate, por su parte, poseen características similares a los productos brillantes, aunque no cambian el color de la superficie y carecen de brillo. No reflejan la luz o lo hacen mínimamente. Se trata de un revestimiento resistente, que soporta bien el desgaste y la suciedad. Se utiliza en puertas, ventanas o zócalos, entre otros.
Los productos satinados se encuentran a medio camino entre el acabado mate y el brillante. Se emplean, sobre todo, en suelos y puertas para realzar las vetas de madera con un brillo suave. Resisten bien las manchas, pero pueden aclarar u oscurecer el tono final
Los barnices protegen. Especialmente, aquellas piezas o zonas expuestas al desgaste ganan resistencia gracias a su acción. Mejoran el resultado con acabados profesionales, a la vez que consiguen una mayor durabilidad. De acuerdo a la superficie o material sobre el que se quieran aplicar, existen diferentes tipos de barnices. Elegir el más adecuado garantiza un perfecto acabado.
Los trabajos de pintura y carpintería se realzan gracias a los barnices. Camuflan rasguños, grietas.
posición, se distingue entre barnices al aceite, en spray o al agua:
0 Comentarios